Dicen que necesitas cuatrocientas milésimas de segundo para abrir y
cerrar los párpados. Que no más de uno para reaccionar y detener a la
persona que se va, en el penúltimo momento. Pero hay quién necesita una
eternidad. Que sólo son dos segundos para decir "te quiero". Pero
malgastamos horas en decir lo que creemos que sentimos. Que sólo hay una
vida qué compartir y la desperciciamos rompiéndonos el alma en puertos
imposibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario